[ARTÍCULO]
Dos campañas en paralelo
por Javier M. Iguíñiz E, director Ejecutivo del Instituto de Desarrollo Humano de América Latina (IDHAL-PUCP).
El debate programático actual es muy extraño. Como en un circo de dos pistas estamos obligados a observar dos campañas. En una, poco a poco y a desgano, los partidos muestran sus programas. En otra, las iniciativas de los partidos en el Congreso siguen activas y encuentran la fuerte resistencia de los grupos de poder a los salvatajes en medio de la pandemia. Esta reacción mediática, favorable en la práctica a los partidos continuistas, pero impopular, aparenta desentenderse del proceso electoral y adquiere un carácter gremial o no-gubernamental. Corre pues por caminos formalmente ajenos, y es muy fuerte en los medios donde compite con ventaja con los debates electorales propiamente partidarios, hasta en espacios que son fáciles de confundir con los de la franja electoral.
En esa segunda pista, avasallan las mentiras (fake news) pero predominan los tipos de rechazo al cambio que Hirschman denominó “reaccionarios” y resumió en tres tesis. Abundan, por ejemplo, argumentos como “es inutil, no se puede” (Tesis de la futilidad). Si se reforma, “sería peor” para los supuestos beneficiarios (Tesis de perversidad). Es muy arriesgado (Tesis del riesgo). En resumen, no se debe cambiar; el “modelo económico”, se dirá, ha sido exitoso… aunque la ciudadanía no lo considere así.
Volvamos a la primera pista. La polarización izquerda-derecha sigue vigente. En ese contexto, varios partidos caracterizan su posición a favor de la “economía social de mercado” que sirve de paraguas al espectro del centro a la derecha. Pero en ese abanico de opciones dos aspectos emergen con mayor intensidad: en primer lugar la estructura productiva sectorial, incluidos los oligopolios, para unos factor de éxito a proteger; para otros, excesivamente concentrada y rentista. En segundo, la naturaleza más conveniente del Estado, subsidiario o no. En ambos aspectos residiria la fuerza para cambiar o para asegurar la continuidad; la necesidad o no de un cambio constitucional. Pero en la polarización hay diversos tipos de intermedios. Hay quienes declaran su objetivo de regular al gran capital para corregir desde el Estado los abusos de poder y otros que hay hacerle sitio a los pequeños agentes económicos, del campo o la ciudad. Es amplio el abanico de opciones.