[Editorial] Volver a las fuentes, a lo fundamental

Nos encontramos con un país en crisis permanente y una incertidumbre tan grande que nos paraliza. En su artículo Rosa Alayza nos señala en concreto la existencia de “más interrogantes que certezas, y más amenazas que seguridades” para luego interpelarnos a hacer frente a esta realidad. A nivel regional, en junio, la CLAR en su XXI Asamblea General, declaró que “es inadmisible que las amenazas a la democracia, el cambio climático y la falta de acceso equitativo a oportunidades económicas, sociales y políticas sigan afectando de manera grave la vida de las personas más vulnerables y excluidas en cada uno de nuestros países”.

En estos contextos, la opción prioritaria por los excluidos y los necesitados, se hace más apremiante como consecuencia de la fidelidad al seguimiento de Jesús. Los dramáticos asesinatos de dos jesuitas en México por intentar defender a un hombre que buscaba refugio son expresión de la exigencia espiritual de compromiso con el necesitado.

Como bien señala Luis Fernando Crespo en su reflexión bíblica, “a quienes nos proponemos hoy con una fe adulta seguir a Jesús y ser fieles al anuncio del Reino, se nos plantea también la exigencia de tomar en algunas situaciones la decisión clara y firme de ser coherentes, aun poniendo en riesgo nuestra seguridad y nuestros proyectos personales”.

Por eso ante la urgencia de volver a lo esencial, esta crisis nos exige revisar lo que venimos haciendo, en el contexto de país y de América Latina. Nos encontramos en procesos de construcción democrática que parten de esa fuente fundamental que es la ciudadanía, a partir de movimientos sociales y elecciones. Como tantas otras veces en nuestra historia las respuestas a la crisis deben brotar de la sociedad civil y es urgente tomar acciones concretas.

Una muestra de esas acciones concretas la podemos encontrar en las experiencias que nos comparte Claudia Chiappe en Chiclayo y Ayacucho de organizaciones juveniles comprometidas con el cuidado del Ambiente.

Existen diversos grupos que intentan activarse en ese sentido. Al respecto, ha surgido una iniciativa de un grupo de jóvenes llamada “La propuesta”, en la que proponen una reforma constitucional orientada al: a) adelanto de elecciones generales, b) impedimento de participación a candidatos y líderes políticos sentenciados y c) elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Para mayor información, se puede ingresar al siguiente enlace: https://www.lapropuesta.pe/.

Estemos atentos para detectar iniciativas similares y manifestemos nuestro compromiso con la que nos parezca más adecuada. No esperemos que la solución a esta grave crisis que vive nuestra sociedad peruana baje del cielo o se dé espontáneamente, desde el ejercicio concreto de nuestra ciudadanía, “en el día a día” seremos partícipes de la continuidad de la crisis o de la construcción de alternativas de solución.

A pesar de lo dicho, es importante señalar que las autoridades tienen una responsabilidad imprescindible de proponer respuestas efectivas a la crisis alimentaria, los servicios de salud ineficientes, la inseguridad ciudadana en aumento y la precariedad laboral, aspectos que afectan con mayor dureza a los más pobres.

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