[Editorial] Las grandes brechas que nos separan

10 de enero del 2023

El panorama para el 2023 se presenta harto complicado, tanto a nivel mundial como nacional. A nivel mundial se habla de una posible recesión en las principales economías, ya muy afectadas por las altas tasas de inflación del 2022, las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania y las continuas olas de Covid, especialmente en China.  Por otro lado, los impactos del cambio climático siguen golpeando en todos los continentes con intensas sequías e inundaciones. Todo ello empeora las condiciones de vida de la población y ha generado un malestar generalizado que recorre el mundo.

A nivel nacional, nos encontramos en una difícil encrucijada, agudizada por los acontecimientos de diciembre y el último 9 de enero que han ocasionado hasta el momento la muerte de 45 personas, la gran mayoría asesinadas por el uso indiscriminado de armamento de guerra en el control de las legítimas protestas ciudadanas, a pesar de estar prohibido.

Es penoso constatar que un importante sector de la población (alentado por los medios de comunicación concentrados) justifica este atentado contra la vida de sus semejantes, con el argumento de que hay que combatir la “insurgencia terrorista”, acusando de terrucos a todos los manifestantes. Esto evidencia las grandes brechas que nos separan entre peruanos y peruanas, que nos impiden tener la menor empatía por el otro diferente, a quien tendemos a ver siempre como un enemigo a quien hay que eliminar. 

No se comprende la gran indignación de un sector de la población por la forma como han sido sistemáticamente maltratados por tener una opción electoral diferente al de la mayoría de la capital. Indignación que fue creciendo al ver que desde el primer día que asumió la presidencia Pedro Castillo (cuando todavía no se conocían sus presuntos actos corruptos y su ineptitud para gobernar) los poderes fácticos iniciaron una sistemática campaña para sacarlo de la presidencia. Esta indignación se desbordó, cuando luego del suicidio político de Castillo (al dar un golpe de estado, que no duró más de 88 minutos) fue vacado en aplicación del art. 117 de la Constitución; lo que fue ruidosamente festejado por los congresistas.

Lamentablemente en las protestas aparecieron también los violentistas de siempre, que solo buscan aprovechar la situación para llevar agua para su molino.  Por eso nos parece importante la invocación hecha por las Organizaciones Sociales del Cusco, el 13 de diciembre, para denunciarlos porque su “accionar contraviene la lucha popular” y “se convierte en una excusa para criminalizar la protesta y decretar estados de emergencia”.

Nos parece que las palabras del Papa Francisco (1 de enero 2023) son muy adecuadas para el complicado panorama que acabamos de describir. Él nos dice: “aunque los acontecimientos de nuestra existencia parezcan tan trágicos y nos sintamos empujados al túnel oscuro y difícil de la injusticia y el sufrimiento, estamos llamados a mantener el corazón abierto a la esperanza, confiando en Dios que se hace presente, nos acompaña con ternura, nos sostiene en la fatiga y, sobre todo, orienta nuestro camino (…) es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común”.

Compartir Artículo

Share on facebook
Compartir en Facebook
Share on twitter
Compartir en Twitter
Share on linkedin
Compartir en Linkdin
Share on whatsapp
Compartir en WhatsApp